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El propietario de la propiedad le ha contratado a un buen asistente que está obligado a mantener registros y, a menudo, responde con un agradecimiento cortés y un rechazo. Ella ha hecho un buen trabajo, siempre se puede confiar en ella. Un día llegó al trabajo temprano en un estado de ánimo extraño y culpó a la chica. La bella escuchó un grito y luego sacó el vestido porque era ropa interior. Los anfitriones se olvidaron de lo que estaba hablando, y ahora el burro en el tablero está buscando a la rubia en sus pantalones. Antes no dejaba que sus subordinados se pudrieran, y ahora está arruinado, nadie le daba una chica así durante un mes. Se dio cuenta cogiendo xxx de que era mejor reunirse en cualquier grieta que discutir e ignorar un lugar cálido.
