Primera chica, mis infieles follando amigos

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La historia es tan tranquila como un hombre Calvo con poco control para volar a la cárcel. Lo único que sabía era que estaba muy enfermo, estaba enfermo. No está claro cuántas personas podrían haber sobrevivido en la cárcel si la enfermera de la prisión no lo hubiera atrapado a tiempo. La rubia con la cabeza era tan buena con el prisionero. Primero la diagnosticó en el laboratorio, lo que llevó al descubrimiento de que el niño no tenía libertad ni sexualidad. Para infieles follando no perder definitivamente al paciente, decidieron tratarlo. Sorprendentemente, cuando tocó los labios del gallo, los enfermos encontraron el significado de la vida y su Salvador.